El término opción hace referencia a un instrumento financiero que se basa en el valor de valores subyacentes, como las acciones. Un contrato de opciones ofrece al comprador la oportunidad de comprar o vender -según el tipo de contrato que posea- el activo subyacente. A diferencia de los futuros, el titular no está obligado a comprar o vender el activo si decide no hacerlo.
Cada contrato de opciones tendrá una fecha de vencimiento específica en la que el titular deberá ejercer su opción. El precio establecido en una opción se conoce como precio de ejercicio. Las opciones suelen comprarse y venderse a través de corredores en línea o minoristas.
Puntos clave
- Las opciones son derivados financieros que otorgan a los compradores el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo subyacente a un precio y fecha acordados.
- Las opciones de compra y las opciones de venta constituyen la base de una amplia gama de estrategias de opciones diseñadas para la cobertura, los ingresos o la especulación.
- La negociación de opciones puede utilizarse tanto para la cobertura como para la especulación, con estrategias que van de lo simple a lo complejo.
- Aunque hay muchas oportunidades de obtener beneficios con las opciones, los inversores deben sopesar cuidadosamente los riesgos.
Cómo funcionan las opciones
Los inversores en opciones suelen tener una opinión sobre el precio futuro de un activo, creyendo que subirá o bajará. En el caso de las acciones, en las que nos centraremos aquí, puede elegir una opción de compra si cree que una acción subirá, o una opción de venta si cree que bajará. Normalmente, los contratos de opciones son muy cortos, de 30, 60 o 90 días, pero pueden tener fechas de vencimiento de hasta un año.
Una operación de opciones siempre tiene dos partes: un comprador y un vendedor. Los vendedores, también conocidos como emisores, están obligados a comprar (con opciones de venta) o vender (con opciones de compra) el valor subyacente si el comprador decide ejercer la opción, o si la opción vence dentro del dinero. Los compradores tienen el derecho -pero no la obligación- de comprar o vender el valor a un precio predeterminado (precio de ejercicio) en una fecha determinada (fecha de vencimiento).
Un contrato de opciones suele basarse en 100 acciones del valor subyacente. Por ejemplo, si la opción sobre una acción cotiza a 1 $, el coste de un contrato (comisiones excluidas) sería de 100 $ (100 x 1 $).
El valor de una opción se basa en el precio de mercado actual de la acción y en su volatilidad. El valor intrínseco de una opción (su valor dentro del dinero) y el tiempo (valor temporal) hasta su vencimiento también se reflejan en su valor total.
Al igual que las acciones, las opciones cotizan en bolsa. Sin embargo, mientras que las acciones pueden darle la propiedad parcial de una empresa, las opciones no. Las opciones no dan derecho a voto ni pagan dividendos como muchas acciones.
Estilos de opciones
Existen dos tipos de contratos de opciones: Las opciones americanas y las europeas. Las opciones de tipo americano son las más comunes y pueden ejercerse en cualquier momento hasta la fecha de vencimiento inclusive. Las opciones europeas sólo pueden ejercerse en la fecha de vencimiento.
Ventajas
Las opciones suelen costar mucho menos que el activo subyacente, pero ofrecen exposición a los movimientos de precios de ese activo sin poseerlo.
Las opciones son flexibles y pueden respaldar diversas estrategias de beneficios y minimización del riesgo. En el caso de las acciones, por ejemplo, las opciones pueden ayudarle a:
- Proteger las acciones de una caída del precio de mercado.
- Generar ingresos a partir de su cartera actual
- Adquirir acciones a un precio inferior al actual
- Beneficiarse de la subida o bajada del precio de una acción
- Utilizar el apalancamiento para aumentar su cartera
Pero recuerde que cualquier inversión conlleva riesgos. Es una buena idea sopesar los riesgos antes de empezar para determinar si las opciones son adecuadas para usted.